Demanda contra LinkedIn por IA y datos: lo que debes saber

Una polémica acción, ya retirada, desveló la inquietud por el uso de mensajes privados de suscriptores Premium para entrenar algoritmos. Este caso resalta la urgencia de mayor transparencia y consentimiento en la gestión de tus datos.

La red profesional LinkedIn, propiedad de Microsoft, se enfrentó a una demanda colectiva que la acusaba de utilizar datos personales y mensajes privados de sus usuarios Premium para entrenar modelos de inteligencia artificial (IA) sin el consentimiento adecuado. La acción legal, aunque finalmente retirada, destapó importantes interrogantes sobre la privacidad y el uso de la información en la era de la IA.

La controversia legal, que atrajo la atención a principios de 2025, puso de relieve la creciente tensión entre la necesidad de las empresas tecnológicas de grandes volúmenes de datos para desarrollar IA y el derecho a la privacidad de los usuarios.

Las acusaciones principales contra LinkedIn

La demanda, presentada en un tribunal federal de California, alegaba que LinkedIn había infringido la confianza de sus clientes de pago al compartir sus datos con terceros para el entrenamiento de IA. Los demandantes, liderados por el usuario Alessandro De La Torre, representaban a millones de suscriptores Premium.

Las acusaciones se centraban en varios puntos clave:

  • Uso de mensajes privados: El núcleo de la demanda sostenía que LinkedIn había divulgado el contenido de mensajes privados de InMail, una función exclusiva para suscriptores Premium, con el fin de entrenar modelos de IA. Esta información a menudo contiene datos sensibles sobre empleo, propiedad intelectual y negociaciones salariales.
  • Cambios en la configuración de privacidad: Se argumentó que en agosto de 2024, LinkedIn implementó una nueva configuración de privacidad que inscribía automáticamente a los usuarios en un programa de intercambio de datos para IA. Es decir, los usuarios estaban participando por defecto, a menos que lo desactivaran manualmente.
  • Actualización «silenciosa» de políticas: Los demandantes afirmaron que LinkedIn actualizó su política de privacidad en septiembre de 2024 para reflejar estas prácticas, pero lo hizo de forma poco transparente. Señalaron que en una sección de preguntas frecuentes se aclaraba que optar por no participar «no afecta al entrenamiento que ya ha tenido lugar», lo que sugería un uso previo de los datos.
  • Intento de «cubrir sus huellas»: La demanda calificó estas acciones como un intento de «cubrir sus huellas», sugiriendo que la empresa era consciente de que podría estar violando sus propios términos de servicio y las expectativas de privacidad de los usuarios.

La acción legal acusaba a LinkedIn de incumplimiento de contrato, violación de la Ley de Comunicaciones Almacenadas (SCA) de EE. UU. y prácticas comerciales desleales bajo la ley de California. Buscaba una indemnización de 1.000 dólares por cada usuario afectado, además de otros daños.

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El nexo con el ecosistema de Microsoft y la IA

La demanda también planteó preocupaciones sobre hasta dónde podrían llegar los datos de los usuarios, dado que LinkedIn es propiedad de Microsoft desde 2016. Se especuló que los datos podrían estar alimentando no solo los modelos de IA de LinkedIn, sino también otros productos del ecosistema de Microsoft, como Azure OpenAI Service.

Este caso subraya una tendencia más amplia en la industria tecnológica. El desarrollo de herramientas de IA cada vez más sofisticadas, como LinkedIn revoluciona tu carrera con su nueva IA predictiva, depende del acceso a conjuntos de datos masivos. La controversia legal ha intensificado el debate sobre los límites éticos y legales en la recopilación y uso de esta información.

La respuesta de LinkedIn y la retirada de la demanda

Desde el principio, LinkedIn negó rotundamente las acusaciones, calificando la demanda como «infundada». Un portavoz de la compañía mantuvo que la plataforma se adhiere a estrictos estándares de privacidad para proteger los datos de sus usuarios.

Sorprendentemente, pocos días después de su presentación, la demanda fue retirada voluntariamente por el demandante. Eli Wade-Scott, abogado del demandante, declaró a Reuters que, tras las conversaciones, «los usuarios pueden consolarse, al menos, sabiendo que LinkedIn nos ha mostrado pruebas de que no utilizó sus mensajes privados para hacer eso».

Sarah Wight, vicepresidenta del departamento legal de LinkedIn, confirmó la noticia en una publicación en la plataforma, reiterando que la demanda era «infundada» y que la compañía nunca compartió mensajes privados de los miembros con terceros para fines de entrenamiento de IA.

Aunque el caso fue desestimado, sirvió como un recordatorio contundente para los usuarios y las empresas sobre la importancia de la transparencia en las políticas de datos. El incidente ha dejado a los consumidores «preocupados y confundidos sobre lo que se estaba utilizando para entrenar a la IA», según el abogado del demandante, destacando la necesidad de una comunicación más clara por parte de las plataformas tecnológicas.